domingo

Escribir a mano

El escritor Erri de Luca, afirma No me reconozco en esta sociedad.

Escribe a mano, sobre la mesa de la cocina, como puedes comprobar en la foto que tomé de algún artículo cuya autoría y editora he olvidado. Uno de los defectos de la inmediatez, que a veces me invita a cometer pequeños hurtos de los que no soy consciente hasta que Conciencia me visita.

Otro escritor, que reside en Barna, escribe en su bonito ordenador, de pie (¿habitual del hemoal?), mientras construye mundos desde las hermosas vistas que le acompañan. No sé sobre qué escribe. Su foto me inclina a considerar que escribe sobre el amor en entornos urbanitas, plagados de bobos, dinquies, y otras tribus sofisticadas y alegres.



A mano o a máquina, cada quien le da un aire nuevo a la naturaleza.

Quizás pueda considerarse un riesgo la proliferación de plumas. Como dice Manuel Rodríguez Ribero en su artículo ¿Pero hubo alguna vez un premio honrado?, "El desempleo constituye uno de los principales motores objetivos de la creación literria".

Me pregunto si a mano o a máquina, ahora que aparece la colección de Planeta dedicada a enseñarnos a escribir, en apenas sesenta entregas (algo más de un año, ¿qué es eso?). Si te suscribes recibes un bloc de notas, un roller y un diccionario de dudas. ¿Cursó este programa Espido Freire antes de presentarse al premio Planeta y ganarlo con Melocotones helados? Y en el caso de que lo siguiera hasta el final, ¿remitía los ejercicios para su corrección a mano o a máquina?



Manuel Rodríguez le atribuye a la ruptura amorosa y a la convalecencia (por enfermedad o por parto) la misma potencia energética que al desempleo para arrancar palabras de entre nuestros dedos. Dentro de un año. Cuando finalicemos con el curso.